¿Sabías que en la cultura Maya para los mayas, el Año Nuevo se celebra en fechas distintas cada vez?
En la cultura maya no existe una fecha específica para celebrar el Año Nuevo ya que, aunque su calendario sí tiene 365 días. Carece de años bisiestos y se comprende de 18 meses de 20 días cada uno y cinco días adicionales llamados «aciagos».
En el calendario maya coexisten varias «cuentas de tiempo», y se repiten cada 52 años mayas. Una de esas cuentas es el ciclo solar, también llamado «haab», que es precisamente el que consta de 365 días.
Por ello, el comienzo de cada año nuevo según los mayas se celebra cada mes de julio aproximadamente, y cada uno representa una fase ó personalidad distinta.
Ahora estamos en el tiempo de la Semilla de Cristal Amarilla según el Sincronario Maya, el año 5 mil 125 en su cosmogonía. La cual indica que de 5 etapas que ha tenido la cultura maya, ahora nos ubicamos en la quinta.
La cultura maya cada vez nos asombra mas
Más que un momento de fiesta y reuniones como la mayoría estamos acostumbrados, los mayas le dan la bienvenida al Año Nuevo con cinco días de silencio e introspección. Se toman el tiempo donde de reflexionar sobre las lecciones aprendidas en el año anterior, para mantener un equilibrio con la naturaleza.
Este año es, acorde a las creencias mayas, para germinar nuevas convicciones, concentrarse en florecer aquello que deseamos ver en la Tierra. Es decir, madurar aquello que se sembró en el tiempo Tormenta Espectral, donde aprendimos a liberar aquello que lo requería y tomar las riendas del cambio que se necesita generar.
Según la cultura maya, esta etapa requiere la conexión de cada uno con el corazón, para así sincronizarse con aquello que nos hace sentirnos felices. Y reconocer lo que nos aleja de lo verdadero, así como de respetar al otro, quien es distinto.
Esperamos que en esta etapa, además de celebrarla con tus seres queridos. Puedas darte un tiempo de introspección y así dar la bienvenida a un Año Nuevo lleno de reflexión y apertura espiritual, emocional y mental.
En Sandos celebramos no solo la cultura maya y sus elementos, sino el hecho de que cada vez más somos más conscientes de que ejercer la cultura libremente fomenta la sabiduría que nuestros ancestros nos heredaron. Haciendo posible la recuperación de ese conocimiento.